lunes, 20 de agosto de 2018

FUI FORMADO PARA SERVIR


FUI FORMADO PARA SERVIR

Somos el resultado de una obra magníficamente pensada. Nada absolutamente de lo que poseamos física e internamente es casual. Dios diseñó cada parte de nuestro aspecto interno y externo. La Biblia dice:
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi Madre. Salmos 139.16.
Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las Cuales Dios preparó de antemano Para Que anduviésemos en ellas. Efesios 2.10
Mientras estábamos en el vientre de nuestra madre Dios iba formándonos y moldeándonos para el ministerio. Tal vez te preguntes ¿Por qué tengo este tipo de habilidades, o porque poseo este tipo de temperamento? La respuesta está en el servicio. Dios te formó para que seas un ministro de su gracia, en otras palabras fuiste creado y moldeado como eres para que sirvas a Dios y a las personas. 
¿De qué manera Dios me forma para el servicio?
Por medio de Mis Dones

Mis dones pueden ser naturales, adquiridos y espirituales. Y todos son válidos para ser usado en el servicio de Dios y de los demás. Todos fuimos dotados por parte Dios con dones. Aunque no todos tengamos los mismos dones, sin embargo el dador de los dones es el mismo y cada don fue dado con un mismo propósito: para edificación y provecho de su iglesia. Pablo confirma esta verdad y escribe diciendo: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 1 Corintios 12.4-7
Por medio de Mis Pasiones
Dio también nos forma para el servicio por medio de las cosas que nos apasionan. Se dice que desde el punto de vista fisiológico, el corazón de cada persona late de una manera única. Ligeramente el corazón de cada persona late de una manera diferente. ¿No será por eso que ciertas actividades, asuntos, experiencias, nos gustan o nos interesen más que otras? Pienso que Dios puso un latido muy especial en mi corazón por la literatura. Me han fascinado los libros desde que aprendí a leer. Para mi leer es una experiencia celestial, para otras personas es estar en el mismo infierno (es un martirio). Pero no las culpo, pues he entendido que Dios nos ha creado con pasiones diferentes.  ¿Cuál es tu pasión? ¿Porque cosas te interesas más? ¿Por qué asuntos tu corazón late apasionadamente? Por los desprotegidos y desamparados (tal vez tengas el ministerio de misericordia, involúcrate en trabajo de asistencia social). Te apasionan las fotografías, el diseño, la costura, la reparación, los negocios. Descubre lo que hace latir a tu corazón y luego inserta esa pasión en un ministerio y comienza a servir.
Por medio de Mi Personalidad
Dios te dotó de una determinada personalidad. No hay una personalidad o temperamento estándar para el ministerio. Dios usa todo tipo de temperamento. Pablo era colérico y Jeremías era melancólico. Dios los usó a los dos en el ministerio. Pedro era de carácter extrovertido, mientras que Juan era más contemplativo. Uno más práctico el otro más pensador y teólogo. A los dos los llamó el Señor para el ministerio. ¿Qué te hace pensar que Dios no te creado para estar involucrado el servicio o ministerio?   El tipo de personalidad que Dios ha formado en ti es lo que precisamente Dios necesita para la edificación de su iglesia. Si usted es extrovertido y le encanta estar rodeado de gente, es posible que encaje en un ministerio de evangelismo masivo. Pero si es introvertido, su efectividad en el ministerio estará posiblemente el evangelismo personal.
Por medio de Mis Experiencias
Entre las experiencias que Dios desea que uses para servirle se encuentran: tus experiencias educativas, vocacionales, espirituales y dolorosas. Todas ellas son parte de tu ser y útiles para servir a Dios y a la iglesia.
DOS ADVERTENCIAS UTILES:
1. No rehúses servir a Dios de la manera que él te ha creado. Dios sabe porque te ha formado tal como eres. No reniegues, no le reclames por la forma como te diseñó. Considera que el barro no puede increparle nada al alfarero.
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Romanos 9.20-21
2. Sirve siendo tú mismo, no lo que otros son. Dios no te ayudará a ser alguien que Él nunca quiso que fueras.


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