FUI FORMADO PARA SERVIR
Somos el resultado de una obra magníficamente pensada. Nada
absolutamente de lo que poseamos física e internamente es casual. Dios diseñó
cada parte de nuestro aspecto interno y externo. La Biblia dice:
Porque tú formaste mis
entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi Madre. Salmos 139.16.
Porque somos hechura Suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las Cuales Dios preparó de antemano
Para Que anduviésemos en ellas. Efesios 2.10
Mientras estábamos en el vientre de nuestra madre Dios
iba formándonos y moldeándonos para el ministerio. Tal vez te preguntes ¿Por
qué tengo este tipo de habilidades, o porque poseo este tipo de temperamento?
La respuesta está en el servicio. Dios te formó para que seas un ministro de su
gracia, en otras palabras fuiste creado y moldeado como eres para que sirvas a
Dios y a las personas.
¿De qué manera Dios me forma para el servicio?
Por medio de Mis Dones
Mis dones pueden ser naturales, adquiridos y
espirituales. Y todos son válidos para ser usado en el servicio de Dios y de
los demás. Todos fuimos dotados por parte Dios con dones. Aunque no todos
tengamos los mismos dones, sin embargo el dador de los dones es el mismo y cada
don fue dado con un mismo propósito: para edificación y provecho de su iglesia.
Pablo confirma esta verdad y escribe diciendo: Ahora
bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad
de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones,
pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le
es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 1 Corintios 12.4-7
Por medio de Mis Pasiones
Dio también nos forma para el servicio por medio de las
cosas que nos apasionan. Se dice que desde el punto de vista fisiológico, el
corazón de cada persona late de una manera única. Ligeramente el corazón de
cada persona late de una manera diferente. ¿No será por eso que ciertas
actividades, asuntos, experiencias, nos gustan o nos interesen más que otras? Pienso
que Dios puso un latido muy especial en mi corazón por la literatura. Me han
fascinado los libros desde que aprendí a leer. Para mi leer es una experiencia
celestial, para otras personas es estar en el mismo infierno (es un martirio).
Pero no las culpo, pues he entendido que Dios nos ha creado con pasiones
diferentes. ¿Cuál es tu pasión? ¿Porque
cosas te interesas más? ¿Por qué asuntos tu corazón late apasionadamente? Por
los desprotegidos y desamparados (tal vez tengas el ministerio de misericordia,
involúcrate en trabajo de asistencia social). Te apasionan las fotografías, el
diseño, la costura, la reparación, los negocios. Descubre lo que hace latir a
tu corazón y luego inserta esa pasión en un ministerio y comienza a servir.
Por medio de Mi Personalidad
Dios te dotó de una determinada personalidad. No hay una
personalidad o temperamento estándar para el ministerio. Dios usa todo tipo de
temperamento. Pablo era colérico y Jeremías era melancólico. Dios los usó a los
dos en el ministerio. Pedro era de carácter extrovertido, mientras que Juan era
más contemplativo. Uno más práctico el otro más pensador y teólogo. A los dos
los llamó el Señor para el ministerio. ¿Qué te hace pensar que Dios no te
creado para estar involucrado el servicio o ministerio? El tipo de personalidad que Dios ha formado
en ti es lo que precisamente Dios necesita para la edificación de su iglesia.
Si usted es extrovertido y le encanta estar rodeado de gente, es posible que
encaje en un ministerio de evangelismo masivo. Pero si es introvertido, su
efectividad en el ministerio estará posiblemente el evangelismo personal.
Por medio de Mis
Experiencias
Entre las experiencias que Dios desea que uses para servirle se
encuentran: tus experiencias educativas, vocacionales, espirituales y
dolorosas. Todas ellas son parte de tu ser y útiles para servir a Dios y a la
iglesia.
DOS ADVERTENCIAS UTILES:
1. No rehúses servir a Dios
de la manera que él te ha creado. Dios sabe porque te ha
formado tal como eres. No reniegues, no le reclames por la forma como te
diseñó. Considera que el barro no puede increparle nada al alfarero.
Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo
formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Romanos 9.20-21
2. Sirve siendo tú mismo,
no lo que otros son. Dios no te ayudará a ser alguien que Él nunca quiso que
fueras.
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