SOY LLAMADO A SERVIR
Cuando fuiste llamado a la salvación también fuiste
llamado a servir. Las dos cosas vienen juntas. ¿Qué sentido tiene que hayamos
sido salvos del pecado? Ser salvos para simplemente ir de reunión en reunión y
acumular nuestra mente de conocimiento doctrinal y religioso, no tiene sentido
o valor al menos que nos dispongamos a servir.
Vosotros me llamáis
Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los
unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho,
vosotros también hagáis. Juan 13:13-15
Jesús no ordenó a sus discípulos que
diseñaran una clase sobre servicio. No les dijo que discutieran sobre el
servicio. Le dijo que practicaran el
servicio. El servicio, no se predica, se ejemplifica se demuestra). Rick Warren escribió: «lo último que muchos creyentes necesitan es otro estudio bíblico más.
Ya saben más de lo que ponen en práctica. Lo que necesitan son experiencias
sirviendo…».
Uno de los propósitos de Dios en nuestra vida
es transformarnos a la imagen de Jesucristo, su Hijo.
Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a
su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos. Romanos
8. 28-29
Dios está dedicado a un objetivo principal en
las vidas de cada creyente: conformarnos a “la imagen de su Hijo. ¿Qué es “la
imagen de su Hijo”? la simple respuesta se halla en las propias palabras de
Cristo: «Porque el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos. Marcos 10:45.»
Esta es simplemente una declaración sin
rodeos. El vino a servir y a dar. Tiene sentido, entonces, decir que Dios desea
lo mismo de nosotros. Luego de darse el trabajo de rescatarnos del pecado, Dios
se propone la tarea de desarrollar en nosotros la misma cualidad que distinguió
a Jesús en su ministerio terrenal. Dios desea formar en nosotros una actitud
elevada de servicio para con los demás. Por lo tanto, si usted no está
sirviendo en la iglesia, debería preguntarse ¿Qué hago acá? ¿Qué razón tiene
que Dios me haya salvado y dado vida eterna? Otra pregunta valida sería: ¿Me
parezco cada día más a la imagen del Hijo de Dios? Un creyente que no acepta el
llamado a servir es una contradicción del evangelio y una imagen sarcástica de
Cristo. O como alguien dijera: un
cristiano que no sirve, no sirve.
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