lunes, 20 de agosto de 2018

SOY LLAMADO A SERVIR


SOY LLAMADO A SERVIR

Cuando fuiste llamado a la salvación también fuiste llamado a servir. Las dos cosas vienen juntas. ¿Qué sentido tiene que hayamos sido salvos del pecado? Ser salvos para simplemente ir de reunión en reunión y acumular nuestra mente de conocimiento doctrinal y religioso, no tiene sentido o valor al menos que nos dispongamos a servir. 
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:13-15
Jesús no ordenó a sus discípulos que diseñaran una clase sobre servicio. No les dijo que discutieran sobre el servicio.  Le dijo que practicaran el servicio. El servicio, no se predica, se ejemplifica se demuestra).  Rick Warren escribió: «lo último que muchos creyentes necesitan es otro estudio bíblico más. Ya saben más de lo que ponen en práctica. Lo que necesitan son experiencias sirviendo…».
Uno de los propósitos de Dios en nuestra vida es transformarnos a la imagen de Jesucristo, su Hijo. 
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Romanos 8. 28-29
Dios está dedicado a un objetivo principal en las vidas de cada creyente: conformarnos a “la imagen de su Hijo. ¿Qué es “la imagen de su Hijo”? la simple respuesta se halla en las propias palabras de Cristo: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:45.»
Esta es simplemente una declaración sin rodeos. El vino a servir y a dar. Tiene sentido, entonces, decir que Dios desea lo mismo de nosotros. Luego de darse el trabajo de rescatarnos del pecado, Dios se propone la tarea de desarrollar en nosotros la misma cualidad que distinguió a Jesús en su ministerio terrenal. Dios desea formar en nosotros una actitud elevada de servicio para con los demás. Por lo tanto, si usted no está sirviendo en la iglesia, debería preguntarse ¿Qué hago acá? ¿Qué razón tiene que Dios me haya salvado y dado vida eterna? Otra pregunta valida sería: ¿Me parezco cada día más a la imagen del Hijo de Dios? Un creyente que no acepta el llamado a servir es una contradicción del evangelio y una imagen sarcástica de Cristo. O como alguien dijera: un cristiano que no sirve, no sirve.




No hay comentarios:

Publicar un comentario