martes, 4 de diciembre de 2018

TRANSFORMADOS POR LA PALABRA



Uno de los grandes beneficios que brinda el estudio de la Palabra de Dios, es  la transformación de nuestras vidas. El Salmos 19. 7 dice:
«La ley de Jehová es perfecta, convierte el alma…» (RV60)

 Un caníbal que se había convertido al Señor, estaba sentado al lado de una olla grande leyendo su Biblia cuando un antropólogo usando un casco de explorador se le acercó y le preguntó:
—¿Qué haces?
—Estoy leyendo la Biblia —contestó el nativo.
—¿No sabes que el hombre moderno y civilizado rechazó ese libro? No es nada más que un paquete de mentiras. No pierdas el tiempo leyéndolo —dijo mofándose el antropólogo.
El caníbal lo miró de arriba abajo y lentamente respondió: —¡Señor, si no fuera por este libro, ya estaría usted en esta olla!
La Palabra de Dios había cambiado la vida de este caníbal (y también su apetito).
El primer gran beneficio de estudiar la Palabra está en el poder que ella  tiene para  transformar nuestra vida.  Sus palabras son tan poderosas que producen un cambio en nuestro ser, por eso que podemos decir que la Biblia «…Es mucho más que una guía doctrinal. ¡Genera vida, crea fe, produce cambios, […] sana heridas, edifica el carácter, […] infunde esperanza, libera poder, limpia nuestras mentes…!». Dios usa su Palabra para renovar nuestras vidas.
Si su vida no está mostrando cambios, lo más probable es que usted no esté valorando el estudio de la Palabra de Dios.  Una vida espiritual descuidada y enclenque es resultado de una Biblia descuidada.  Santiago 1.18 dice que «Él, de su voluntad nos hizo nacer por la palabra de verdad…». No importa cuántos años tengamos como creyentes, sino estudiamos la Palabra de Dios, nos perdemos la oportunidad de que ella cambie nuestras vidas.
Este es el primer beneficio del estudio bíblico que podemos encontrar según el pasaje de este Salmos.


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