Una leyenda dice que Satanás y sus demonios
celebraron una fiesta de navidad. Cuando los demonios se retiraban, uno de ellos
se acercó y con una sonrisa sarcástica le dijo a Satanás: “Feliz Navidad, majestad.”
Satanás le respondió cínicamente: “Sí, manténganla feliz porque si alguna vez
la gente la toma en serio, estaríamos en problemas.”
Más allá de ser una leyenda, la verdad es
que a Satanás le fascina que la gente viva sumergida en medio de una celebración
navideña carente de lo esencial. A Satanás no le afecta que usted celebre la
navidad con luces pasmosas y cenas exuberantes, a él no le molesta que usted decore
su sala con bello árbol y un nacimiento navideño. Lo que le molestaría a Satanás
es que usted se tome en serio la navidad al reconocer que Jesús es el Señor de la Navidad y le entregue
su corazón para que Él sea él Salvador de su vida. Satanás
es el «…padre de mentira» (Juan 8.44)
y sutilmente le hará vivir una vida farsante. Él puede aún inducirle a festejar
una fiesta cristiana como la navidad aunque usted esté tan vacío de Jesús en su corazón.
Cuando la celebración de una fiesta como
la navidad es simplemente una falaz burbuja de felicidad, todo lo que queda luego
de la fiesta no es sino un cuadro vacío y mísero de personas cuyos corazones están
saturados de malhumor, resentimiento, culpabilidad, nostalgia, temor… Satanás es
experto promoviendo y ofreciendo festejos para que la gente intente a mitigar el
dolor y la miseria de sus almas. Miles de personas se quedarán entusiasmadas
simplemente con la pomposidad de la navidad (luces, decoraciones, cenas
pomposas, regalos, etc.) Satanás querrá que te quedes con ello y que nunca te
tomes en serio la navidad, que nunca te tomes en serio a JESÚS.
Sin embargo, la historia de la navidad
nos dice que hubo personas que se tomaron en serio el nacimiento de JESÚS.
Los
Pastores de Belén. El resplandor
célico y el coro angelical no fueron suficiente. Los pastores querían ver
al que había enviado a los ángeles y
decidieron ir a Belén y conocer a Jesús. Ellos dijeron: “Pasemos hasta Belén, y
veamos” (Lucas 2.15)
Simeón. Cuando vio a Jesús dijo: “Ahora, Señor despide a tu
siervo en paz...porque han visto mis ojos tu salvación” (Lucas 2.29, 30). Mientras muchos no quieren morir sin antes haber
visto el mundo, este anciano no quería morir sin antes ver al que hizo el
mundo.
Los
magos. No fue suficiente ver
la luz centelleante en el firmamento, ellos fueron hasta Belén, para tener un encuentro
personal con JESÚS, la Luz del mundo (Mateo
2.1-12).
En esta navidad ¿se tomará en serio a JESÚS?
o ¿se quedará simplemente con la superficialidad que esta fiesta ofrece? Satanás querrá que optes por lo segundo e ignores
lo primero. Pero no tiene por qué ser así. La historia de la navidad es la historia
de Jesús viniendo a este mundo para desbaratar los planes de Satanás: «Para esto
apareció (JESÚS) el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo» (1Juan 3.8).
Solo hay una manera de deshacerse de la
falaz burbuja navideña que le ofrece Satanás:
tómese en serio a JESÚS, reconózcalo como el Señor de su vida y entréguele su
corazón. Luego haga un brindis celebrando la verdadera fiesta de la navidad.
¡FELIZ NAVIDAD!
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