lunes, 12 de noviembre de 2018

EL FAMOSO VUELO DE RENOVACIÓN



El águila es el ave de mayor longevidad de su especie; llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión.
A las cuatro décadas de vida sus uñas se vuelven apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas con las cuales se alimenta.
Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas envejecen y se tornan pesadas… Volar se le hace cada vez más difícil. Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su doloso proceso de renovación, que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
Después, al encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de hacer esto, esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que desprenderá una a una sus garras y también a desplumar sus plumas viejas.
Finalmente, después de cinco meses muy duros, sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años más de vida».
La falta de renovación suele producir una actitud apática por las cosas del Señor  y puede aún afectar nuestro entusiasmo en áreas importantes de la vida como la familia, el matrimonio, el trabajo.  La rutina es el tipo de actitud que de una manera sutil y silenciosa  succiona nuestra pasión por la vida y nos vuelve infructuosos y muchas veces seres mediocres.
Cuando el creyente ha perdido su entusiasmo por las cosas del Dios (situación que suele suceder),   debe considerar que ha llegado el momento de renovarse.  Aunque la renovación espiritual es un proceso duro, es necesaria para salir de la esclavizadora prisión en las que no envuelve. Para ello necesitamos ascender a las alturas divinas y pasar  tiempo con Dios. Dejar que Él nos ayude a superar ese hastío en el cual se encuentra envuelta nuestra vida. De seguro que Dios nos dará fuerzas y pasión renovada.
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40.31
Renovaos en el espíritu de vuestra mente. Efesios  4.23
Una manera práctica de aplicar este principio, es por medio de la oración y lectura de la Biblia y de otros buenos libros. La lectura es un instrumento poderoso para  lograr una actitud renovadora. Propóngase a leer al menos un buen libro, y aplique lo aprendido y verá los resultados beneficiosos de ello.  Gordon MacDonald dijo algo importante al respecto: «El pensar de un modo cristiano sin una renovación regular de nuestra dedicación a Cristo, conduce a una inercia religiosa, a una fe aburrida y a un ineficaz testimonio para Dios».
No deje que la rutina absorba su pasión por las cosas del Señor, renuévese por medio de la oración y la lectura de buenos libros, incluye la Biblia como libro por excelencia. Pasar un tiempo con DIOS, renovará  su pasión y fortalecerá  su corazón. Usted estará en condiciones de  remontar  cumbres elevadas en su vida espiritual.

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