miércoles, 14 de noviembre de 2018

EL SECRETO DE VIVIR FELIZ



 La vida no es sino un conjunto enorme de variados días. Los diferentes matices que envuelven los días nos muestran que no existen días circunstancialmente estables. El genial Max Lucado, lo expresó de la siguiente manera: 
La vida nos da un revoltijo de días…días de alegría que esperamos que no terminen. Días oscuros que parecen no tener fin. Días ocupados y bulliciosos. Días juiciosos. Días decepcionantes incluso, días tontos y locos…
La manera en que enfrentemos cada día, ya sea difícil o gratificante, dependen de lo que está en nuestras mentes y en nuestros corazones…
Al final, la clase de perspectiva que su mente posea, determinará el tipo de actitud con el que afrontará los brillantes y oscuros días de su vida.
 Hace mucho tiempo atrás vivió un hombre cuya actitud frente a la vida nos sirve como un prototipo digno de admirar y a la misma vez de imitar. Este hombre era apóstol Pablo. Las circunstancias de los días de Pablo no siempre fueron cómodas. En algunas ocasiones estaba en la cúspide, otras veces en la sombra de la vida. En ocasiones aplaudido y con muchas palmaditas en los hombros, otras veces apedreado. Rodeado de amistades en ciertos momentos, olvidado en una maloliente celda en otros. Pero Pablo, sí  que sabía mantener el entusiasmo de la vida a pesar de las diferentes circunstancias que vivió. Aunque no pudo elegir que todos sus días fueran maravillosos, si supo elegir una actitud correcta para sus días y su vida. Su ejemplar actitud se puede resumir en las siguientes palabras que el mismo escribió:

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4.12, 13 RV60).

¿Cuál era secreto de Pablo para vivir una vida feliz? Esencialmente radicaba en saber elegir la actitud correcta ante cualquier circunstancia de la vida. Es su actitud lo que determina su altitud en la vida. Hace tiempo atrás, el pastor y escritor Charles Swindoll, escribió una nota edificante sobre la importancia de la actitud en la vida. Esto es lo que escribió:

Entre más vivo, más me doy cuenta del impacto de una actitud en la vida…
Para mí la actitud es más importante que los hechos. Es más importante que el pasado. Es más importante que la educación, el dinero, las circunstancias, los fracasos, los triunfos…Es más importante que la apariencia, el talento o la habilidad.
…(La actitud) construirá o destruirá una compañía, una iglesia o un hogar. Lo interesante es que tenemos una elección diaria acerca de la actitud que tomaremos ese día.
No podemos cambiar nuestro pasado. No podemos cambiar el hecho de que las personas actuarán de cierta manera. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es utilizar lo que tenemos, y eso es nuestra actitud.
Estoy convencido de que la vida es 10% lo que me sucede a mí y 90% cómo reacciono ante eso.

Amigo usted y yo no podemos elegir todo lo que quisiéramos que nos suceda en la vida, pero si podemos elegir tener una actitud correcta para vivirla. Es allí donde yace el secreto de la felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario