jueves, 29 de enero de 2015

COMO CLARIFICAR EL OBJETIVO DE MI MINISTERIO O IGLESIA


Aprenda a definir lo que significa “ganar”
¿Qué tan importante es para una organización saber y sentir que está ganando? Es tan importante porque determinará el grado o nivel de optimismo que las personas experimenten en la  organización. Permítame compartir la siguiente verdad: “Todos quieren ser parte del equipo ganador. Pero lo inverso es también verdad: la gente tiende a no venir cuando una organización no gana”.[1] Tenga mucho cuidado cuando comienza a notar que los clientes no están llegando a su negocio, cuando los bancos de si iglesia están quedando vacíos. Si esto sucede es señal de que su organización está perdiendo  brillo.
Una de las cosas sabias que un líder debe  hacer es definir qué significa para su organización “ganar”. Posiblemente muchos líderes y sus iglesias tiendan a definir el éxito de sus organizaciones en términos de asistencia y de acumulación de dinero. Otros tal vez midan su progreso  en términos de infraestructura y adquisiciones. Estas pueden ser señales de cierto grado de salud organizacional; sin embargo, no necesariamente aquello determine que su iglesia  está realmente progresando o ganando.
Porque no medir el éxito o la victoria de nuestras iglesias a través de las siguientes observaciones:  
·        ¿Nuestros miembros invitan a sus amigos y familiares a nuestras reuniones?
·        ¿Nuestros miembros dan su dinero (ofrendas y diezmos) solo por una mera responsabilidad que cumplir o porque son conscientes de la necesidad y de la visión de la iglesia?
·        ¿Nuestros líderes dirigen con efectividad sus grupos pequeños (células)? ¿se conectan con las personas? ¿las personas tienen entusiasmo de reunirse en un grupo pequeño?
·        ¿Las enseñanzas y sermones que oyen nuestros miembros les ayuda a cambiar sus vidas?
Cuando el líder o pastor clarifica lo que significa ganar (progresar o tener éxito) está definiendo lo que realmente es importante para su organización.  Pero clarificar la victoria  también  le da las pautas para saber en dónde está y cuanto le falta para llegar (en otras palabras clarificar lo que significa ganar le ayuda a entender lo que realmente está sucediendo en su organización).

¿Qué sucede cuando no se clarifica el objetivo de la organización?
1.    La gente estará adivinando cual es la meta. Si no define con precisión lo que su iglesia u organización  quiere alcanzar, posiblemente las personas (especialmente los que lideran algún departamento o ministerio) vayan en direcciones diferentes, creando así pues una confusión de objetivos.

2.    Las personas trabajaran sin un fin en mente. Probablemente aquellos que forman  parte de su equipo elaboren una lista de actividades y se pongan a trabajar en función de aquella lista pero sin que les conduzca a lograr algo significativo. 

3.    Posiblemente  las personas con don del liderazgo traerán sus propias metas a la organización. Andy Stanley explica muy bien este punto al decir:
…cuando a un líder fuerte no se le da una dirección clara, se le da permiso para ir en cualquier dirección que le parezca correcta. Si no define con sus líderes que es ganar, ellos lo definirán.
¿Porque? ¡Porque son líderes y están acostumbrados a ganar! No toma mucho tiempo para los lideres hacerse cargo de la clase, comenzar un nuevo programa, empezar un ministerio innovador y hacer que un multitud los siga. Puede ser que solo estén diez grados fuera del camino, pero dado el tiempo suficiente, perderán el camino por kilómetros. No es que intencionalmente sean desafiantes o difíciles; en realidad, son líderes. Pero un sinnúmero de ellos han saboteado inocentemente su iglesia por liderar a su gente en la dirección incorrecta. Y en esa organización la falta yace no definir y clarificar cual es el objetivo.[2]

Clarificar el objetivo o meta no solo le evitara que los líderes con mayor influencia cambien la ruta, sino que además, le permitirá que los fieles miembros de la iglesia alerten al pastor del desvío que los líderes fuertes están tomando. O en algunos casos estos miembros pondrán  un alto a este tipo de líderes.

4.    La organización  entrará en un estado de pasividad o de actividad infructuosa.  Ante la ausencia de una meta clara, los miembros suelen adoptar una conducta  holgazana.  Se limitaran a asistir a las reuniones, entonaran unos cánticos, escucharan displicentemente un sermón e irse luego a sus casas. Otro caso que puede darse, es que se ocupen en demasiadas actividades que no den los resultados  que efectivamente se esperan (todo movimiento no significa progreso).

¿Qué sucede cuando el líder clarifica el objetivo de la organización?
1.    Permite que la organización se mantenga enfocada en lo que realmente se quiere lograr. Un objetivo claramente definido le dará la posibilidad de direccionar las actividades de su organización. No caerá en la trampa de hacer simplemente actividades por hacer, sino que le ayudará a evaluar dichas actividades para ver si realmente estas están alineadas con las metas principales que se quieren alcanzar. 

2.     Administra los recursos de la organización más eficazmente. Sobre todo cuando las iglesias están en formación, este principio les ayudará a superar la tensión que produce la escasez de recursos financieros. Los líderes han de ser sabios para que cada centavo de la caja que sus miembros aportan  sean usado en pro de las metas establecidas.

3.    Las posibilidades de ganar se incrementan. Solo sabrá si está llegando a su destino, si sabe reamente a dónde quiere llegar. Cuando las metas se han establecido nítidamente, las posibilidades que la organización alcance el éxito crecen, y cuando los logros saltan a la vista el entusiasmo se eleva. Así que, establezca la meta con claridad, luego ponga todo el empeño con su equipo  por lograr sus metas, lo cual es el equivalente a ganar. Así que, procure a toda costa ganar, ganar y ganar. ¿Por qué? porque… “Ganar motiva a un equipo. Mientras ganan, la gente les dará su dinero y sus corazones”. [3] Además usted como líder verá a las personas de su organización  trabajar con más entusiasmo, con menos negativismo, creerán en su liderazgo y permanecerán comprometidos.

Es posible que a estas alturas de su liderazgo, usted y su organización estén  faltos de victorias. Nada aleja más a las personas de una organización o negocio, cuando ellas experimentan que no están ganando. Si su iglesia u organización  ha perdido el brillo y ha comenzado a observar los asientos vacíos, es hora de proponerse a ganar victorias. ¿Cómo se gana victorias en una organización? Planteándose objetivos claros.

¿Cómo implementar un objetivo claro en la organización?
1.    Resuma el objetivo o meta en una frase simple. Por ejemplo: “Este año nos proponemos ganar 48 nuevos miembros para nuestra iglesia”.

2.    Observe que el objetivo sea medible. Si se plantea un objetivo no específico tanto en cantidad como en tiempo, usted no podrá medirlo. Un mal ejemplo sería: “Nos proponemos alcanzar todo Guadalupe para Cristo”.  Una meta específica sería así: “Este año 2013 nos proponemos lograr la conversión de 48 personas”. Obsérvese que la meta describe la cantidad de personas y el tiempo en que se piensa lograr.

3.    Seleccione, capacite e involucre a las personas idóneas para  dicho objetivo.

4.    Recuerde a su personal constantemente el objetivo. Las personas tienden a olvidar lo que se les dijo al comenzar el trabajo y suelen también  distraerse o preocuparse por temas secundarios, para evitar esto; el líder ha de recordar permanentemente el objetivo planteado. Andy Stanley lo explica así:

…la comunicación es la llave para ganar. Los buenos equipos se comunican en cada jugada del partido, así que todos saben lo que deben hacer en todo momento […] Cuanto más consistentes éramos en comunicar el objetivo para cada programa y departamento, más fácil era mantener nuestros líderes y voluntarios alejados de excusas involuntarias. Lo que sea que estemos usando como indicador de tantos, necesita estar constantemente a la vista de nuestros líderes. [4]

Algunas de las maneras en las que su organización pueda recordar el objetivo planteado podrían ser:
·        Carteles creativos
·        Videos
·        Anuncios públicos
·        Slogans colocados en lugares estratégicos

5.    Reúnase periódicamente para evaluar como el objetivo se está logrando. Una de las cosas que se puede hacer con  el objetivo planteado, es fraccionar el tiempo y la cantidad de dicho objetivo. Por ejemplo si la meta es lograr la conversión de 48 personas en al año 2013, una forma de fraccionar el objetivo o meta anual  sería proponerse en lograr la conversión de cuatro personas al mes. Esto le permitiría al líder  principal (pastor) y a su equipo evaluar al mes  si se está o no logrando la meta del año.



APLICACION
Use esta actividad para mejorar su trabajo en la organización
1.      Defina qué significa para usted que su iglesia está alcanzando el éxito
2.      Cuál es el grado de optimismo actual de su iglesia
3.      En qué áreas  o ministerio necesita clarificar el objetivo de su organización
4.      Que líderes o personas estratégicamente necesitan conocer el objetivo o la meta anual de la organización
5.      Está su meta claramente definida
6.      Es su objetivo o meta medible
7.      Como piensa  recordar el objetivo de su organización a sus líderes
8.      Cada que tiempo evaluará si se está o no logrando la meta u objetivo planteado.






[1] A. Stanley, R. Joiner y L. Jones. Las 7 Practicas Del Liderazgo. Buenos Aires, Argentina, Editorial Peniel, 2006. Pág. 75
[2] Ibíd., pág. 79
[3] Ibíd., pág. 83
[4] Ibíd., pág. 87


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