Hebreos 1.1 y 2 dice: « Dios, habiendo
hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos postreros días nos ha
hablado por el Hijo,…».
El versículo pone en manifiesto que
Jesucristo es el perfecto y definitivo revelador de los misterios de Dios.
Entre estos misterios, el misterio del hombre.
Permítame compartirles, tres
revelaciones con respecto al misterio
del hombre.
1.
EL HOMBRE,
COMO TODAS LAS DEMÁS COSAS, FUE CREADO POR MEDIO DEL VERBO (JESUCRISTO).
«Todas las cosas por él fueron hechas, y sin
él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho»
Juan
1.3.
«Porque en
él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en
la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él».
Colosenses
1.16
2.
A DIFERENCIA
DE LAS DEMÁS COSAS, EL HOMBRE FUE HECHO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS. Como ser personal, el hombre es capaz de
pensar y de expresar en palabras sus conceptos.
3.
EN TODO SER
HUMANO HAY UNA IMAGEN DE CRISTO. Sin
embargo, dicha imagen está deteriorada a raíz del pecado original, pero puede
ser restaurada por la obra de la cruz. Esa es la razón por la que Pablo
escribió, diciendo: «…y revestido del nuevo (hombre), el cual conforme a la
imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno». Colosenses 3.10
¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su verdadero
origen? ¿Cuáles son las cualidades
originales de su existencia? Las respuestas a estas interrogantes las podemos
descubrir observando lo que la palabra de Dios nos declara acera del
comportamiento de nuestro señor Jesús,
el Hombre por excelencia.
Tal vez usted ha llegado a concluir que el
hombre es un ser irremediable, que está lejos de convertirse en el hombre
ideal. Sin embargo, por medio de la palabra
de Dios, sabemos que solo a través de Jesucristo; el hombre puede
recuperar su condición y grandeza original.
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