Jay Firebaugh, pastor titular de la
Iglesia de Clearpoint, Pasadenas, Texas cuenta lo siguiente:
“Karen
Hurston que creció en la iglesia de David Yonggi Cho, nos cuenta la historia de
dos líderes celulares: uno de ellos era un líder culto y talentoso que no
podían multiplicar su grupo celular, y el otro era un líder incapaz y débil
cuyo grupo estaba repleto. ¿Cuál era la diferencia entre ambos? El último
estaba involucrado en las vidas de los miembros mientras que el primero
solamente llegaba para dirigir una buena reunión.[1]
Si el que consolida limita su trabajo
simplemente a dirigir una reunión y minimiza la importancia de las relaciones,
posiblemente logre resultados muy pobres y un impacto muy insignificante en su
ministerio de consolidación.
¿Por qué es importante que un
consolidador desarrolle relaciones en el trabajo de la consolidación? Porque en
primer lugar por medio de las relaciones
el consolidador tiene la oportunidad de conectarse a nivel del corazón (es decir al nivel de los sentimientos), en segundo
lugar porque las buenas relaciones aumentan
el nivel de influencia de los que dirigen y tercero porque Jesús desarrollo un exitoso ministerio sobre la base de las relaciones.
1.
Las
relaciones ayudan a conectarse con las
personas a nivel sentimental. Siendo que el
aprendizaje bíblico es una de las primeras etapas de los nuevos creyentes, el
consolidador deberá esforzarse responsablemente en establecer lazos de
acercamiento con las personas que va a consolidar, pues esto le ayudará a
lograr un mayor impacto en el momento de aprendizaje. Howard Hendricks, uno de
los más respectados maestros cristianos, dijo: “Todo aprendizaje comienza a nivel del sentimiento”.[2]
El consolidador debe ser consciente que las personas que esta consolidando no
están allí simplemente para recibir una información doctrinal o para aprender a
realizar una serie de actividades espirituales, sino que además están para ser
amadas, comprendidas, para ser escuchadas; y esto solo se logra cuando el
consolidador establece relaciones con ellas.
2. Las buenas relaciones
aumentan el nivel de influencia de los que dirigen. Si el consolidador mejora su habilidad
de tratar con las personas, estará en mejores condiciones de influenciar sobre
ellas. Para que esto suceda el consolidador deberá poner los intereses de los nuevos creyentes sobre
sus intereses personales, deberá mostrar una actitud de sinceridad y servicio.
Bien ayudaría a los que estamos
realizando el trabajo de la consolidación, poner en práctica lo que el pastor John Maxwell, considerado un experto
en temas de liderazgo y relaciones recomienda:
·
Habla más de la otra
persona y menos de ti
·
Lleva algo valioso,
como una cita útil, una historia, un libro o un CD para darle a esa persona
cuando se encuentren.
·
Al finalizar la
conversación, pregúntale si hay algo que puedes hacer para ayudarlo o ayudarla
y luego actúa en consecuencia.[3]
3. Jesús desarrollo un
exitoso ministerio sobre la base de las relaciones.
El éxito de Jesús predicando a las
multitudes y formando sus discípulos, no fue debido a que presentaba doctrinas
novedosas, ni porque poseía un título académico en teología, ni tampoco porque
ocupaba una posición económica y social interesante en la sociedad judía;
realmente Jesús tuvo éxito porque estableció vínculos de amistad con las
personas. Mientras los líderes religiosos del judaísmo levantaban muros
alrededor de las personas con su hipocresía y falta de bondad, Jesús extendía
puentes para que las personas se conectasen con él a través del amor y la compasión.
Los
versículos siguientes enseñan aspectos importantes de la forma como se relacionaba
Jesús con las personas.
· Jesús tenía compasión
por las personas. “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. Mateo 9.36.
· Las personas sentían
placer escuchar a Jesús. “…Y gran multitud del
pueblo le oía de buena gana”. Marcos
12.37
· Jesús extendía su
amistad incluso hacia las personas más
despreciadas. “…Este
es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores”.
Lucas 7.34.
Creo que cuando de
consolidar se trata, los líderes tenemos mucho que aprender de la forma como Jesús
lo hizo. Nuestro Señor nunca hubiera tenido tal vez esta clase de impacto en el
corazón de las personas si no se hubiera relacionado con ellas. El consolidador
logrará un impacto con los nuevos creyentes sí establece primeramente
relaciones antes de trabajar con ellos.
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