miércoles, 14 de enero de 2015

A. LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES EN EL TRABAJO DE LA CONSOLIDACIÓN

Jay Firebaugh, pastor titular de la Iglesia de Clearpoint, Pasadenas, Texas cuenta lo siguiente:

“Karen Hurston que creció en la iglesia de David Yonggi Cho, nos cuenta la historia de dos líderes celulares: uno de ellos era un líder culto y talentoso que no podían multiplicar su grupo celular, y el otro era un líder incapaz y débil cuyo grupo estaba repleto. ¿Cuál era la diferencia entre ambos? El último estaba involucrado en las vidas de los miembros mientras que el primero solamente llegaba para dirigir una buena reunión.[1]
Si el que consolida limita su trabajo simplemente a dirigir una reunión y minimiza la importancia de las relaciones, posiblemente logre resultados muy pobres y un impacto muy insignificante en su ministerio de consolidación.
       ¿Por qué es importante que un consolidador desarrolle relaciones en el trabajo de la consolidación? Porque en primer lugar por medio de las relaciones el consolidador tiene la oportunidad de conectarse a nivel del corazón  (es decir  al nivel de los sentimientos), en segundo lugar porque las buenas relaciones aumentan el nivel de influencia de los que dirigen y tercero porque Jesús desarrollo un exitoso ministerio  sobre la base de las relaciones.

1.   Las relaciones ayudan a  conectarse con las personas a nivel sentimental. Siendo que el aprendizaje bíblico es una de las primeras etapas de los nuevos creyentes, el consolidador deberá esforzarse responsablemente en establecer lazos de acercamiento con las personas que va a consolidar, pues esto le ayudará a lograr un mayor impacto en el momento de aprendizaje. Howard Hendricks, uno de los más respectados maestros cristianos, dijo: “Todo aprendizaje comienza a nivel del sentimiento”.[2] El consolidador debe ser consciente que las personas que esta consolidando no están allí simplemente para recibir una información doctrinal o para aprender a realizar una serie de actividades espirituales, sino que además están para ser amadas, comprendidas, para ser escuchadas; y esto solo se logra cuando el consolidador establece relaciones con ellas.

2.   Las buenas relaciones aumentan el nivel de influencia de los que dirigen. Si el consolidador mejora su habilidad de tratar con las personas, estará en mejores condiciones de influenciar sobre ellas. Para que esto suceda el consolidador deberá poner  los intereses de los nuevos creyentes sobre sus intereses personales, deberá mostrar una actitud de sinceridad y servicio.

       Bien ayudaría a los que estamos realizando el trabajo de la consolidación, poner en práctica lo que el   pastor John Maxwell, considerado un experto en temas de liderazgo y relaciones recomienda:

·     Habla más de la otra persona y menos de ti
·     Lleva algo valioso, como una cita útil, una historia, un libro o un CD para darle a esa persona cuando se encuentren.
·     Al finalizar la conversación, pregúntale si hay algo que puedes hacer para ayudarlo o ayudarla y luego actúa en consecuencia.[3]

3.   Jesús desarrollo un exitoso ministerio sobre la base de las relaciones. El éxito de Jesús predicando a  las multitudes y formando sus discípulos, no fue debido a que presentaba doctrinas novedosas, ni porque poseía un título académico en teología, ni tampoco porque ocupaba una posición económica y social interesante en la sociedad judía; realmente Jesús tuvo éxito porque estableció vínculos de amistad con las personas. Mientras los líderes religiosos del judaísmo levantaban muros alrededor de las personas con su hipocresía y falta de bondad, Jesús extendía puentes para que las personas se conectasen con él a través del amor y la compasión.
       Los versículos siguientes enseñan aspectos importantes de la forma como se relacionaba Jesús con las personas.
·     Jesús tenía compasión por las personas. “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. Mateo 9.36.
·     Las personas sentían placer escuchar  a Jesús. “…Y gran multitud del pueblo le oía de buena gana”.  Marcos 12.37
·     Jesús extendía su amistad incluso  hacia las personas más despreciadas. “…Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores”. Lucas 7.34.
       Creo que cuando de consolidar se trata, los líderes tenemos mucho que aprender de la forma como Jesús lo hizo. Nuestro Señor nunca hubiera tenido tal vez esta clase de impacto en el corazón de las personas si no se hubiera relacionado con ellas. El consolidador logrará un impacto con los nuevos creyentes sí establece primeramente relaciones antes de trabajar con ellos.  







[1] Jay Firebaugh. La Clave es el Asesor. Houston, TX, Touch Publicaciones, 1999. Pág. 41
[2] Howard Hendricks. Enseñando Para Cambiar Vidas. Miami, Fl. Edit. Unilit, 2003. Pág. 100
[3] John Maxwell. El Pode De Las Relaciones. Nashville, TN Miami, EE.UU. Grupo Nelson, 2010. Pág.28 

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