La consolidación se puede
definir como el cuidado y la atención que se le debe otorgar al nuevo creyente
para reproducir en él, el carácter de Cristo, de tal manera que su estilo de
vida cumpla con el propósito de Dios: "dar fruto que permanezca".
1. “…cuidado
y atención. Las iglesias que han experimentado
un mayor nivel de crecimiento tanto numérico como ministerial, han sido las
iglesias donde el pastor y los líderes han realizado un trabajo arduo en cuanto
a la atención y cuidado de los nuevos miembros.
2. “…reproducir
en él, el carácter de Cristo”. El líder que consolida
a un grupo de nuevos creyentes solo por cumplir una mera responsabilidad o por
la simple finalidad de ver una iglesia numéricamente grande (numerolatría),
distorsiona el verdadero propósito del discipulado, el cual consiste en
reproducir el carácter de Cristo. El pastor Rick Warren, dice: “Desarrollar el carácter de Cristo es la
tarea más importante de la vida porque es lo único que nos llevaremos a la
eternidad”.[1]
3. “..dar
fruto que permanezca”. Juan 15.8 dice. “En esto es glorificado mi Padre, en que
llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. El versículo nos revela
que para Jesús un verdadero discípulo no es el creyente que posee un dominio vasto sobre las doctrinas bíblicas, sino el que lleva “mucho
fruto”.
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