Generalmente las personas
no tienen mucho problema a la hora de definir sus prioridades entre las cosas
que son buenas y las que son malas. Sin embargo, la misma mayoría de personas
tienen problemas en definir entre dos cosas que son buenas. Esto es precisamente lo que le pasó a un
hombre cuya función principal era mantener la luz del faro prendida. A
continuación en “Una Historia, Una Reflexión”, la historia del “Guardián del
faro”
El guardián de un faro que trabajaba en
una sección rocosa de la costa, recibía su nuevo abastecimiento de petróleo una
vez al mes para mantener la luz de aquel faro encendida. Como no estaba muy
lejos de la orilla, tenía frecuentes visitas. Una noche, una mujer de la aldea
le rogó que le diera un poco de petróleo para mantener el calor en su hogar. En
otra ocasión, un padre le pidió un poco para su lámpara. Otro necesitaba un
poco de petróleo para lubricar una rueda.
Como todas las peticiones le parecían
legítimas, el guardián del faro trató de agradar a todos y les concedió lo que
pedían. Al final del mes notó que le quedaba muy poco petróleo. Pronto, éste se
terminó y el faro se apagó. Esa noche varios barcos chocaron contra las rocas y
se perdieron muchas vidas. Cuando las autoridades investigaron, el hombre
estaba muy arrepentido. Ante sus excusas y lamentaciones, la respuesta de ellos
fue: «Le hemos dado petróleo solamente con un propósito: ¡mantener el faro
prendido!» (John Maxwell. Desarrolle El Líder Que Está En Usted.1996.Ed. Caribe. PAG.
33)
En la vida constantemente nos encontramos con
cosas legítimas que reclaman nuestra atención; sin embargo, no siempre estas
cosas son las que nos ayudan a cumplir nuestro verdadero propósito.
Similar a lo que le ocurrió a aquel
guardián, hay mucha gente que lamenta no haberle dado un significado más impactante a su vida porque se dejaron atraer por cosas que aunque
parecían legítimas, al final solo las condujo a la frustración.
Cuando se encuentre lidiando entre dos cosas
buenas, elija la que mayor beneficio le traerá a su vida. Jesús, en cierta
oportunidad dijo: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas». Mateo 6.33
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