viernes, 23 de enero de 2015

CARÁCTER Y COMPETENCIA: DOS ÁREAS VITALES EN EL CRECIMIENTO DE UN CONSOLIDADOR

El Salmos 78.72, ilustra notablemente dos áreas fundamentales que le distinguieron a David como rey. Observemos: “Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos
       En la Nueva Versión Internacional (NVI)  dice así: “Y David los pastoreó con corazón sincero; con mano experta los dirigió”.
       En la versión Dios Habla Hoy dice: “Y David cuidó  del pueblo de Dios; los cuidó y los dirigió con mano hábil y corazón sincero”.
       La forma como pastoreó, cuidó, apacentó o dirigió David  a Israel, que encontramos en el  texto bíblico; describe dos áreas importantes en el cuidado de los nuevos creyentes: carácter y competencia. Y son en estas dos áreas que el consolidador debe esforzarse por crecer continuamente.

A.    Autocrecimiento en el área del CARÁCTER
       El trabajo de la consolidación requiere autoridad moral. Bill Hybels sostiene: “Los seguidores solo confiaran en los lideres que exhiben los más altos niveles de integridad. La gente no seguirá  por mucho tiempo a un líder con incongruencias morales. Cada vez que usted compromete el carácter, usted compromete el liderazgo”.[1] Para que un consolidador llegue a ser eficaz, tiene que asumir con gran responsabilidad el hecho de revelar en todo momento  un nivel alto de autoridad moral. Y para que aquello suceda el consolidador deberá esforzarse en crecer en todo lo que a su carácter concierne.
       A continuación adiciono en mi monografía las recomendaciones que John Maxwell propone para mejorar en el área del carácter: [2]
·     Busca las grietas. Pasa algún tiempo reflexionando sobre las principales áreas de tu vida (trabajo, matrimonio, familia, servicio, etc.), identifica cualquier aspecto que hayas pasado por alto y en el que hayas transigido o que no hayas cumplido con la gente. Anota cada caso que puedas recordar durante los dos últimos meses.
·     Busca patrones. Examina la respuesta que acabas de escribir. ¿Hay alguna área en particular donde tengas una debilidad o tengas algún tipo de problema que sea recurrente? Los patrones detectables te ayudarán a diagnosticar asuntos de carácter.
·     Afronta las consecuencias. El comienzo de la reparación del carácter viene cuando enfrentas tus defectos, te disculpas y tratas con las consecuencias de tus acciones. Haz una lista de las personas con las que necesitas disculparte por tus acciones, y hazlo con sinceridad.
·     Reconstruye. Una cosa es afrontar tus acciones pasadas, otra es construir un nuevo futuro. Ahora que has identificado las áreas de debilidad, formula un plan que te prevenga de volver a cometer los mismos errores.


B.     Autocrecimiento en el área de la COMPETENCIA
       Otra área donde un consolidador deberá enfocarse para alcanzar ser eficiente, es la de la competencia. Esta área tiene que ver con su habilidad, aptitud, destreza, técnicas y metodologías en cuanto a su trabajo como consolidador. Entre los elementos básicos que un consolidador deber enfocar en su crecimiento competitivo tenemos:  
1.  Autoridad espiritual. La autoridad espiritual  viene como resultado de su relación con Dios. Joel Comiskey dice: “los mejores asesores son aquellos que pasan parte de su tiempo en la presencia de Dios, teniendo así una nueva visión para ofrecer a sus líderes”.[3] Lo que Comiskey dice con respecto a los asesores de grupos celulares, también se aplica a los que realizan la consolidación.

2.  Autoridad bíblica. Para que el consolidador alcance tener autoridad bíblica, debe ser un estudiante apasionado de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo, de quien se cree que consolidó a Timoteo, en su segunda carta le escribe diciendo: “Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un trabajador aprobado que no tiene de que avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad”. 2 Timoteo 2.15 (Versión Dios Habla Hoy). Es el mismo consejo que Pablo les daría a todo los que se han comprometido con el trabajo de la consolidación.

3. Consolidación o discipulado. El consolidador haría bien en elevar su nivel de aprendizaje referente a este asunto, accediendo a libros, artículos, conferencias, y a personas de mayor experiencia en el campo de la consolidación o discipulado.

4.   Consejería. La consejería es otro de los terrenos que un consolidador debe tomar en cuenta en su autocrecimiento. Si el que consolida aprende a manejar el arte de la consejería, elevara su nivel de competencia, y sobre todo se convertirá en  una gran ayuda para los nuevos creyentes que consolida.

5. Comunicación. La verdad bíblica que un consolidador transmite debe cambiar las acciones de sus oyentes, para que esto acontezca el consolidador debe ser un buen comunicador. Los buenos comunicadores son claros y precisos, y saben llegar a las personas con el poder de las palabras; este posiblemente sea uno de los grandes problemas de los que enseñamos la Biblia. Alcanzar ser eficaz en este plano equivale a que el consolidador asuma responsablemente la tarea de aprender y mejorar su  habilidad de comunicador.

       Sugiero en este asunto que el consolidador busque ayuda a través de libros, artículos, videos, audios sobre grandes comunicadores. En el campo cristiano existen reconocidos hombres de Dios que se han destacado y algunos que destacan aun  por ser grandes comunicadores. Entre ellos: Charles H. Spurgeon, John Wesley, Samuel Vila, Charles Swindoll, John MacArthur, Haddon Robinson. Entre los hispanoamericanos tenemos a Dante Gebel, Carlos Anacondia, Luis Palau, Alberto Motessi y algunos más.



[1] Bill Hybels. Liderazgo Audaz. Miami, Florida, Editorial Vida, 2002. Pág. 212
[2] John Maxwell. Las 21 Cualidades De Un Líder. Nashville, TN Miami, EE.UU. Grupo Nelson, 2007. Pág.4
[3] Joel Comiskey. Como Ser Un Excelente Asesor De Grupos Celulares. Viladecavalls, España, editorial CLIE, 2005. Pág. 107

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