¿Qué tan correcta es usted como persona? ¿Cómo
se auto considera como padre, trabajador, estudiante, o empresario? En comparación con los demás… ¿Se considera una mejor y más
correcta persona? ¿Es acaso usted
parte del grupo de personas que creen
que cumple mejor que el resto de los mortales los diez mandamientos?
Muchas
veces cuando nos equivocamos o fallamos en algo, hacemos la suposición de que
aquello es un simple error. Todo lo
inverso sucede cuando son otras las personas que se equivocan, solemos
considerar, que lo que hicieron es demasiado escandaloso y abominable. Sócrates, el filósofo griego, decía: “conócete a ti mismo”.
Los líderes alcanzan un alto nivel de madurez
en la vida cuando saben reconocer sus errores, y aceptan que son tan falibles
como los demás.
Permítame presentarle hoy, tres
consideraciones importantes que le pueden ayudar a manejar la crítica de una
manera saludable…
1. Cuídese de
la autocrítica complaciente. Cuando
tenemos una idea demasiada brillante de nosotros mismos, resulta difícil
hacernos una sana y sincera autocritica, a la vez que dificultamos recibir una
crítica bien intencionada por parte de los demás. Sócrates decía: “la vida sin reflexión no vale la pena
vivirse”. ¿Cómo podemos corregir algo de nuestra vida, que nos está
impidiendo ser mejores, sino sabemos que existe? En Proverbios 29 .23 leemos
que: “El altivo será humillado; pero el
humilde será enaltecido.
2. Cuídese de
la crítica negativa. Hay
personas cuya misión en la vida parece ser “criticar a los demás”; no se
autocritican pero si lo hacen con los demás. Buscan alguna falla, como si por
encontrarlos se ganaran una recompensa.
No hay manera
de complacer a todo el mundo. La crítica es una realidad de la vida. Las
personas maduras saben encontrar el equilibrio desestimar y prestarle atención
a la crítica.
3. Escuche y
acepte lo que Dios opina de usted. La
persona cuya evaluación debería interesarnos es Dios. Mateo 25.1 dice: “¡hiciste bien, siervo bueno y fiel!
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