viernes, 12 de octubre de 2018

A MI MANERA



La canción A mi Manera (My Way),  es una de las canciones que más traducciones ha tenido a distintos idiomas y  una de las que cuenta con más interpretaciones. El autor original de la letra de la canción en inglés es Paul Anka,  y  Frank Sinatra la llevó a la fama mundial. Mientras lees sus  estrofas  intenta captar la filosofía de vida que pregona.

Estoy mirando atrás y puedo ver mi vida entera
Y sé que estoy en paz pues la viví a mi manera...

Crecí sin derrochar logré abrazar, el mundo todo
Y más, mil sueños más, viví a mi modo...

Dolor lo conocí y recibí compensaciones
Seguí sin vacilar logré vencer las decepciones...
Mi plan jamás falló y me mostró mil y un recodos
Y más, sí mucho más, viví a mi modo...

Ese fui yo que arremetí, hasta el azar quise perseguir...
Si me oculté, si me arriesgué, lo que perdí no lo lloré...
Porque viví siempre viví, a mi manera...

Amé, también sufrí y compartí.
Caminos largos perdí y rescaté,
Más no guardé, tiempos amargos...
Jamás me arrepentí si amando di todos mis sueños
Lloré y si reí, fue a mi manera...

Que pueden decir, o criticar
Si yo aprendí a renunciar
Si hay que morir y hay que pasar
Nada dejé sin entregar
Porque viví siempre viví a mi manera.

Escondida en los versos de esta antigua canción, se encuentra una filosofía de vida contrapuesta a la perspectiva bíblica. Pues no se trata de vivir a nuestra manera. Nadie puede realmente vivir en paz viviendo la vida a su manera, como dice la canción. Si hay una palabra que resume la vida de los que viven la vida a su manera, esa es la autosuficiencia.
La autosuficiencia pretende hacernos creer que no necesitamos la ayuda de nadie para vivir la vida. Nos creemos que somos los suficientemente hábiles para manejar situaciones. Creemos desequilibradamente en nosotros mismos al punto que optamos por vivir una vida demasiada independiente. Asumimos que no necesitamos consejo de nadie, que no necesitamos pedir perdón, que no necesitamos escuchar a nadie. Los autosuficientes creen que pueden arreglárselas por si mismos sin la necesidad de depender de nadie y menos de Dios.
El problema con la autosuficiencia es que nos conduce a vivir una vida extraviada. El profeta Isaías lo dijo de esta manera: «Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino…» Isaías 53.6 RV60
Una vida independiente de Dios nos conduce al descarrío total. Terminamos extraviándonos, y viviendo sin propósito. Cuando vivimos a nuestra manera, terminamos olvidando el verdadero camino: el camino de Dios. Y ese es el gran problema de la humanidad, intentar vivir independientes de Dios. Autosuficiencia, Autoindependencia, Autosatisfacción, Autojustificación, Autosalvación; todas estas palabras describen la vida de alguien que rechaza a Dios para vivir la vida a su manera.
 La tragedia de vivir la vida  nuestra manera es que nos induce a vivir una vida de impiedad. «. . . Impiedad. La palabra se define sola. Una vida sin Dios. Peor que desdeñar a Dios, es descartarlo. Un desdén al menos reconoce su presencia. La impiedad no. Mientras que el desdén hace que las personas actúen con irreverencia, el descartar les hace actuar como si Dios fuera irrelevante, como si no fuera un factor en el camino».[1]
No fuimos creados para vivir a nuestra manera. La autosuficiencia no es el camino para la realización personal. Confiar en nosotros mismos y seguir nuestros propios criterios es una equivocación existencial. Si intentamos ser los arquitectos de nuestro destino, estaremos descartando a Dios de nuestra vida, y eso nos conducirá a una tragedia de grandes proporciones. La sugerencia popular le dirá «hazlo a tu manera… Confía en tu capacidad…, Puedes elegir tu propio sendero »; pero el consejo de Dios es distinto. Su Palabra nos sugiere dejar de confiar en nosotros para confiar en Él: «Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas ». Proverbios 3:5-6 | NVI |


[1] Max lucado, En manos de la gracia (Miami, Fl: Editorial Unilit, 2011), 26.

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